Salud

Cómo tratar un bulto en el cuello de un niño según la causa.

Cuando encuentre un bulto en el cuello de su hijo, los padres se sentirán preocupados. Un bulto es un crecimiento de tejido que puede ser causado por una variedad de causas, que van desde afecciones médicas leves a graves. Un bulto en el cuello de un niño también puede ir acompañado de otros síntomas, como dolor, hinchazón, enrojecimiento, dolor de garganta, fiebre y otros. La forma de tratar un bulto en el cuello de un niño también se realiza según la causa. ¿Así que cómo?

Cómo tratar un bulto en el cuello de un niño

La presencia de un bulto en el cuello a menudo ocurre en los niños. Esto puede variar desde una inflamación temporal de los ganglios linfáticos hasta el crecimiento de una masa anormal que requiere atención médica. En cuanto a cómo tratar un bulto en el cuello de un niño según la causa, a saber:

1. Linfadenopatía

La linfadenopatía es una inflamación de los ganglios linfáticos que indica una infección en el cuerpo. Hay 200 a 300 ganglios linfáticos en la parte posterior de la nariz, la garganta y el cuello que pueden ayudar a combatir las infecciones. Cuando el cuerpo del niño está combatiendo una infección viral o bacteriana, como la gripe, el dolor de garganta o las paperas, los ganglios linfáticos pueden hincharse y formar un bulto en el cuello. El bulto puede ser doloroso o no. Además, también puede ir acompañada de otros síntomas como tos, moqueo, debilidad, fiebre y sudoración. Generalmente, los ganglios linfáticos inflamados desaparecen por sí solos a medida que se cura la infección. Sin embargo, es posible que se necesiten medicamentos como antibióticos para tratar la infección. Si el medicamento no funciona, el médico puede realizar una incisión quirúrgica y un drenaje para extraer el bulto.

2. Quiste congénito

Los niños pueden tener quistes congénitos (sacos llenos de líquido) en el cuello. Estos quistes se forman antes del nacimiento y pueden crecer más con el tiempo. Generalmente, los quistes no son cancerosos pero pueden causar infecciones repetidas. Los quistes del tracto trilogosal son el tipo más común de quiste congénito del cuello. Por lo general, se encuentra en la parte delantera del cuello. En la mayoría de los casos, se requiere una biopsia y una cirugía para extirpar el quiste.

3. Hemangioma profundo

A veces, un bulto en el cuello de un niño también es un tipo de marca de nacimiento llamada hemangioma (crecimiento de vasos sanguíneos debajo de la piel). Estos bultos pueden ser visibles cuando nace el bebé y crecen rápidamente durante el primer año de vida. Hemangioma profundo más flexible que un quiste, y la piel afectada aparece rojiza. Estos bultos suelen desaparecer cuando el niño llega a la edad escolar. Sin embargo, su médico puede recomendarle un tratamiento con betabloqueantes, corticosteroides o vincristina si causa otros síntomas.

4. Tortícolis pseudotumor

Algunos bebés con tortícolis (un trastorno de los músculos del cuello que hace que la cabeza se incline) pueden desarrollar un pseudotumor en el músculo grande que conecta la cabeza, el cuello y el esternón. A menudo, estos bultos están hechos de tejido cicatricial donde los músculos se lesionaron en el útero o durante el parto. Por lo general, esta afección aparece en las primeras 8 semanas después del nacimiento. Mientras tanto, durante el tratamiento, los médicos pueden proporcionar referencias para fisioterapia que incluye: calor suave , masajes y estiramientos pasivos.

5. Cáncer

En casos raros, un bulto en el cuello de un niño también puede ser un signo de cáncer. Los tipos más comunes de cáncer de cuello en la infancia son el linfoma, el neuroblastoma, el sarcoma o el tumor de tiroides. Los bultos malignos son ciertamente peligrosos y requieren tratamiento médico inmediato. Es posible que sea necesario realizar una cirugía, quimioterapia o radiación para eliminar las células cancerosas existentes. [[artículos relacionados]] Si después de 3 semanas el bulto en el cuello del niño no mejora o el bulto es duro y no se mueve, mide más de 4 cm, aumenta de tamaño y se acompaña de fiebre, sudor frío y experimenta pérdida de peso, debe llevar a su hijo de inmediato a un pediatra. El médico hará un diagnóstico y determinará el tratamiento adecuado para su hijo. Por otro lado, asegúrese de que su hijo descanse lo suficiente, coma una dieta nutritiva equilibrada y beba más agua.
$config[zx-auto] not found$config[zx-overlay] not found